
Nike y adidas vivieron un nuevo capítulo en el Maratón de la Ciudad de México.
Nike sorprendió en Buenos Aires… Adidas contestó en CDMX
Días antes, Nike había causado revuelo con una táctica de ambush marketing durante el Medio Maratón de Buenos Aires, colocando billboards provocadores sin ser patrocinador oficial.
La respuesta de Adidas no se hizo esperar: en el maratón más importante de México, desplegó una serie de carteles emocionales y estratégicamente ubicados que reforzaban su legado de una década junto a la comunidad runner del país.
CDMX: epicentro de la conversación deportiva
El maratón capitalino reunió a miles de corredores y espectadores, convirtiéndose en el escenario perfecto para este duelo de marcas. Mientras Nike optó por lo disruptivo en Argentina, adidas se enfocó en reforzar su conexión emocional con los runners mexicanos.
En términos de OOH, adidas aprovechó la ubicación, el momento y el mensaje con precisión táctica.
Outdoor con narrativa, no solo impacto visual
La campaña de adidas es un ejemplo claro de cómo el out-of-home puede ir más allá del anuncio. Al combinar presencia física con una historia potente, la marca convirtió sus carteles en un manifiesto de lealtad.
No se trató solo de competir por visibilidad, sino por credibilidad.
¿Quién ganó la batalla?
Mientras Nike logró captar atención inmediata con su audaz emboscada, adidas apostó por profundizar una relación construida con años de constancia. La verdadera victoria, quizá, no estuvo en el volumen, sino en la coherencia emocional con el público objetivo.
El futuro de la rivalidad: ¿ruido o resonancia?.
Esta campaña abre una reflexión para las marcas: ¿vale más un momento viral o una década de conexión auténtica? adidas parece tener clara su respuesta.
Y en la carrera de fondo por el corazón del consumidor, la constancia sigue marcando el paso.